sábado, 27 de octubre de 2018

Para vosotros...



Querido peludín!!

Llevaba tiempo sin crear una de mis muñecas... y ésta me recuerda a ti. Esa mirada que te mira allá donde quiera que estés, estando aquí también.

Algún día te pintaré. Todavía no puedo... pero sé que el día que lo haga vas a quedarme tan celestial como eres.

Sé que mi estado desanimado es parte del proceso de duelo. Hay personas, muchas, que no comprenden hasta que punto sois de la familia, hasta que punto se os ama... hasta que punto vuestra marcha llena de tristeza el alma.

Si muere una persona, dan por hecho que andas hecho polvo... pero si muere un animal, no puedes ir diciendo que sigues hecho polvo porque... te sientes tonto cuando te miran como te miran.

Recuerdo cuando murió Iris. Fui a enterrarla a uno de los campos de mi tía y ella se reía de mi estado; decía que si estaba así por morir Iris, una perra, cómo me pondría si muriera una persona. Pero, si soy sincera, vuestra muerte me ha dolido más que la de algún familiar... y esto a esa tía mía probablemente le parecería una barbaridad y tan solo es la realidad, mi realidad.

Hay familia con la que casi no he tenido trato alguno... hay familia con la que he tenido trato pero ese trato no aportó lo que vosotros... y lo que vosotros me aportáis es tanto. Creo que es el mayor amor que uno puede recibir.

Recuerdo mi niñez. Ya desde muy niña consideraba que los animales tenían derechos, cuando por aquel entonces para nada se defendían. Recuerdo que fue el que hubiese un animal en casa lo que me permitía dar abrazos y besos y recibir tanto como daba o más. Y a lo largo de mi vida, siempre habéis sido mi mejor consuelo, el amor más fiel e incondicional con respecto al cual nunca me sentía a la altura.

Tengo tanto que aprender de vosotros, los animales... y me duelen tanto las barbaridades que se cometen contra vuestros derechos... que necesito escapar a ese mundo que siendo niña encontré, creando, para dejar atrás todo lo antinatural del ser humano y conectar con esa esencia donde lo humano no existe y lo que existe no hay forma de nombrarlo... solo se puede sentir.

Gracias por estar ahí... en ese mundo al que escapo cada vez que me pongo a crear. Porque de vuestro amor nace cada obra que ha tenido lugar a través de mí.

Para ti, Sergi, para Iris, para Snoopy, para Life, para Tony... para el amor más puro que he conocido en vida.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Es difícil de entender para aquellos que consideran a una mascota como un simple objeto. Pero ellos son uno más de la familia. Un amigo fiel. Alguien que nunca te juzga, que siempre está ahí para ti, estés feliz o triste. Si estás feliz te mueven la cola, si estás triste te apoyan la cabeza en la pierna esperando que te animes. Si estás enfermo están junto a ti para cuidarte, y en mi caso, me ayudan (a su manera) a hacer las tareas del hogar.

Pero yo, querida Sonia, te entiendo a la perfección. Y deseo de corazón que ese dolor se vata pronto y que esos bellos momentos sean preciosos recuerdos felices.
Besos!