lunes, 17 de septiembre de 2018

Un mes


Querido Sergi:

Ayer hizo un mes. Comencé el día triste por tu ausencia y después me puse a pintar. Pintar es ese bálsamo que convierte vivir en algo muy distinto... es la mejor medicina para mí.

Parece que pinto yo, sin embargo cada vez me parece más que no pinto yo, que es la energía la que pinta y que yo soy su herramienta como todas las demás. Así me siento, como parte de un todo del que surge una imagen y... me quedo mirando esas imágenes preguntándome cómo han tenido lugar.

Pintar me inspira. Hay quien piensa que para pintar hay que estar inspirado, pero a mí lo que me inspira es pintar. De ahí surge todo lo demás. Es como si pintar reseteara mi mente y todo ocupase su lugar. Por eso ese nuevo libro donde uno meditación y pintura. Es el deseo de compartir con los demás lo que para mí es realmente vivir: sentirte conectado a la esencia de la creación... ser ella y no ser yo... ser todo... ser el momento... ser energía.

En menos de un mes toca la exposición programada hace cinco meses. El libro esperando el prólogo para enviar a la editorial. Y cuesta.

Pintar era una forma de esconderme tras los cuadros cuando no compartía mis escritos con los demás. Una forma de decir sin palabras. Sigue siendo la forma en que más se puede ver mi esencia. Las palabras engañan, incluso a mí... pero esas imágenes que se crean y recrean en sí mismas... esas imágenes son tan yo como yo... y son más que yo.

Está lo que soy pintando y está la vida "real". En esta última me siento un extraterrestre... cada vez más extraterrestre. El sistema me parece anti sistema, algo que va en contra del ritmo natural de la vida, del orden universal.

Los animales me parecéis grandes maestros de los que los humanos tendríamos que aprender, pero seguiremos empeñados en ser Dios siendo un chiste.

En fin... la vida sigue sin ti pero yo sigo contigo.

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