martes, 30 de octubre de 2018

Universal



Amado Sergi:

Estamos bajo el influjo de escorpio, mi ascendente, el signo de la transformación profunda, y este año estoy sintiendo hermosa su energía.

He regresado al fascinante mundo de la creación sin palabras con más ganas, renovada. Sintiendo que soy parte de la energía que crea, sin ser un yo, y eso me gusta... me encanta no ser yo y sentirme parte de un todo en el que solo soy esa ínfima parte que en su insignificancia cobra un gran significado, un gran sentido: cuando el ego desaparece es cuando realmente sientes el éxtasis de ser.

Tantas personas que me han dicho que querían ser capaces de meditar y no lo conseguían... tantas veces que me pregunté cómo poder mostrarles la maravilla de la meditación profunda... y así nació el precioso proyecto: "El arte de Ser: Teoría y práctica de la meditación a través de la pintura abstracta".

Hay una explicación teórica sobre el tema, pero lo realmente trascendente es la experiencia práctica; el que puedan experimentar por sí mismos el trance de la meditación y como la unión a esa energía universal es pura creación ilimitada y maravillosa que puede actuar a través de uno si uno se pone a su servicio.

No tengo ninguna pretensión. Esto ha nacido para quien lo quiera sin que yo busque nada en ello más que compartir si así los demás lo desean. En mi caso, la experiencia da lugar a imágenes, pero dependiendo de cada cual, puede tomar formas muy distintas. Yo propongo un paso de los muchos a través de los cuales se puede llegar al mismo destino.

Cierto que explico el por qué de la pintura abstracta como un primer paso, un primer acercamiento, debido al hecho indiscutible de que lo abstracto confunde al lado racional del cerebro que es el cual bloquea la capacidad de meditar.

La imagen que acompaña este post refleja mi estado interior actual... ese sentirme en comunión con el Universo, con esa energía de la que todos formamos parte.

Lo "grave" de esto, de cuando me dejo llevar por esta conexión, es que se hace enorme para los límites humanos... me sobra tanta energía, se vuelve tan ilimitada la capacidad creativa, que me sobrepasa y tengo que ejercer cierto control para adaptar el tema a mi vehículo físico en esta dimensión (lección que aprendí a base de llevar al límite mi cuerpo físico y encontrarme con las consecuencias de ello, lo cual he rectificado este año).

Así que en este momento soy pura energía creativa tratando de contenerse en sí misma para no volverme loca con su intensidad.

Te amo, peludín, y te siento en ese todo del que formamos parte.<3 p="">



domingo, 28 de octubre de 2018

Ahora que te has ido...



Mi querido Sergi:

Sabes que antes de que tú partieras siempre te decía que eras mi príncipe. Ahora que tú te has ido, le digo a Wicca que él es mi hombrecito ideal... y fue así como surgió esta imagen. Es Wicca convertido en hombre, jajajajajaja.

Sí... es mejor tener por pareja un peludín, que corren tiempos extraños para eso de las relaciones.

No sé si me he quedado anticuada... probablemente sí. Todo parece ir muy rápido, todos tienen prisa; como dice la frase: el sexo se ha convertido en algo tan fácil de conseguir que el amor se ha vuelto imposible de encontrar (o algo parecido).

No faltan los pretendientes, de hecho los pretendientes sobran, en plan mejor que faltaran para no estar dando negativas. Cuatro esta semana. Yo no sé qué demonios ocurre. Con la edad que tengo y no entiendo tanto pretendiente.

Antes a mi edad ya no se ligaba... ahora resulta que ya no somos cuarentones... somos cuarentañeros... y la verdad es que pega porque esto parece como haber retrocedido a la adolescencia, solo que yo no me siento adolescente y me veo fuera de lugar.

Ah... añadirle eso de las amistades con derecho a roce, cosa de los tiempos modernos. Respeto que otros lo vean viable pero yo no acabo de comprenderlo. Tengo la sensación de que el sexo está sobrevalorado y que es confuso mezclar tocino con velocidad: la amistad es amistad, y el roce es roce. Y si amistad y roce se juntan, para mí eso ya es una pareja. Es que mi mente es tan sencilla...

Teniendo en cuenta todo esto... es normal que a día de hoy vea inviable y sin futuro el tema tener pareja. Mis ideas están demasiado claras y los hombres andan muy espesos (por lo menos los que conozco yo). Ya ni apetece conocer a los que no conozco más allá de su primer intento de "conocerme".

Uno de los primeros problemas es la conversación. Tener una conversación interesante con un hombre que intenta ligar es algo realmente difícil... ni para ligar son ingeniosos u originales. Estoy cansada de ser yo quien ponga el toque de humor y de que haya quien ni tan siquiera entienda el ingenio (tanto pensar en el sexo les embota la mente).

Aún por encima lo ponen todo tan fácil que no motiva ni empezar... es eso de ya saberse toda la historia y ¿para qué?.

Con lo cual, este fin de semana he rechazado varias propuestas y me he quedado con la mejor: mi amante, el arte, crear. Resulta mucho más satisfactorio.

Yo me estoy haciendo mayor y los de mi edad se están volviendo críos. El mundo va al revés. Al paso que voy, en nada los veré con chupete. 

Me parece que me he puesto muy seria con el tema hombres/pareja. Imagínate que el miércoles fui a clases de baile y lo que me apetecía era hacer yo de hombre y llevar a alguna mujer, porque solo cogerle las manos a otro hombre me daba repelús.

Pero no... no me van las mujeres. En este momento tampoco me van los hombres. La ilustración está chula, pero si ese hombre gato existiera de verdad, tampoco le haría caso. Así de desmotivada ando con el tema.

En fin, Sergi... debo estar madurando o algo así ¿tú qué crees?.

Te quiero, peludín!!!


sábado, 27 de octubre de 2018

Para vosotros...



Querido peludín!!

Llevaba tiempo sin crear una de mis muñecas... y ésta me recuerda a ti. Esa mirada que te mira allá donde quiera que estés, estando aquí también.

Algún día te pintaré. Todavía no puedo... pero sé que el día que lo haga vas a quedarme tan celestial como eres.

Sé que mi estado desanimado es parte del proceso de duelo. Hay personas, muchas, que no comprenden hasta que punto sois de la familia, hasta que punto se os ama... hasta que punto vuestra marcha llena de tristeza el alma.

Si muere una persona, dan por hecho que andas hecho polvo... pero si muere un animal, no puedes ir diciendo que sigues hecho polvo porque... te sientes tonto cuando te miran como te miran.

Recuerdo cuando murió Iris. Fui a enterrarla a uno de los campos de mi tía y ella se reía de mi estado; decía que si estaba así por morir Iris, una perra, cómo me pondría si muriera una persona. Pero, si soy sincera, vuestra muerte me ha dolido más que la de algún familiar... y esto a esa tía mía probablemente le parecería una barbaridad y tan solo es la realidad, mi realidad.

Hay familia con la que casi no he tenido trato alguno... hay familia con la que he tenido trato pero ese trato no aportó lo que vosotros... y lo que vosotros me aportáis es tanto. Creo que es el mayor amor que uno puede recibir.

Recuerdo mi niñez. Ya desde muy niña consideraba que los animales tenían derechos, cuando por aquel entonces para nada se defendían. Recuerdo que fue el que hubiese un animal en casa lo que me permitía dar abrazos y besos y recibir tanto como daba o más. Y a lo largo de mi vida, siempre habéis sido mi mejor consuelo, el amor más fiel e incondicional con respecto al cual nunca me sentía a la altura.

Tengo tanto que aprender de vosotros, los animales... y me duelen tanto las barbaridades que se cometen contra vuestros derechos... que necesito escapar a ese mundo que siendo niña encontré, creando, para dejar atrás todo lo antinatural del ser humano y conectar con esa esencia donde lo humano no existe y lo que existe no hay forma de nombrarlo... solo se puede sentir.

Gracias por estar ahí... en ese mundo al que escapo cada vez que me pongo a crear. Porque de vuestro amor nace cada obra que ha tenido lugar a través de mí.

Para ti, Sergi, para Iris, para Snoopy, para Life, para Tony... para el amor más puro que he conocido en vida.


jueves, 25 de octubre de 2018

Mi planeta



Hola, peludín:

La vida sigue. Lo de Guipúzcoa está en marcha y estoy... pufff... tengo ganas de esconderme bajo las sábanas y que otra persona lo haga por mí.

Ya sabes que surgió sin buscarlo, y dije sí por eso de fluir con el universo, pero... yo no estoy hecha para esto aunque me digan que sí. 

Me parece que tengo que cambiar de profesión. Se me pasa por la cabeza volver al diseño gráfico, lo cual tiene su lógica debido al patrón matemático subconsciente en el que estoy ahora. Pero el problema, sea cual sea la profesión, siempre es el mismo: mi gusto por esconderme y no relacionarme. Cosa que se acrecentó con el tema de la meditación profunda. Hay tanta paz en la soledad.

La imagen que acompaña este texto la titulé "Mi planeta"... Tú estás por ahí, correteando feliz.




jueves, 18 de octubre de 2018

Dos meses

Querido Sergi:

La vida nos juntó a ti y a mí quizá por mi gusto a estar siempre en casa... y tú necesitabas alguien así.

Recuerdo cuando te llevaba conmigo al estudio de dibujo y pintura, para poder atenderte igual mientras daba las clases. Y tú tan feliz al igual que los alumn@s que también te adoraban.

Ya dos meses sin ti... y solo escribir eso, dos meses sin ti, ha llenado mis ojos de lágrimas y mi corazón de congoja, junto con la garganta que se me atraganta. Bueno... ya no es que se me hayan llenado los ojos de lágrimas... es que estoy llorando. Me lo permito poco, tú sabes, despisto a la tristeza manteniendo mi mente ocupada.

El lunes, haciendo la compra vi un peluche que me recordó a ti: un perrito de un color un poco parecido al tuyo, el tuyo es imposible de repetir, y también con las orejas largas... No eres tú pero lo compré para abrazarlo, como lo abrazo ahora mientras te lloro.

Lo he puesto en mi habitación/estudio, donde pinto y escribo, donde a ti también te gustaba estar, siempre a mi lado. Lo miro a él cuando te busco a ti, porque ver tus fotos aun me pone muy triste.

También está en el estudio, de adorno en mi mesa, la figurita del perro blanco con silla de ruedas que me regalaron cuando te comprara aquel colchón especial con parte del dinero que nuestros ángeles habían aportado.

Cancelé la exposición de cuadros que tenía acordada, por la falta de ganas, y decidí donar parte de ellos a una causa benéfica relacionada con vosotros, los ángeles peludos. Lo hice por ti y por mí, por lo agradecida que me siento a la labor de tanta gente que también son ángeles.

Bueno, dejo de escribir para dejar de llorar, que sé que a ti no te gustaba que llorase.

Te quiero, angelito... Dios... cómo te echo de menos, Sergi!!!


jueves, 11 de octubre de 2018

Obligado vivir

Querido Sergi:

Acabo de cruzarme con un vecino que venía con su gato del veterinario. ¡¡Dios mío!! aluciné cuando me dijo que el gato tiene 21 años. Me puse a pensar en los años que tienen Sonia y sus hijas... y mi intención no es vivir 15 años más. Ya he vivido más de lo que quería.

Aún hace poco leí mi diario, escrito con 15 años, donde ponía: "Seguro que voy a morir joven porque soy muy feliz" (una extraña reflexión). Años después empezaría a pensar que cuando muriese estaría deseando morir... y a día de hoy es realidad.

No es una idea deprimente morir. No tiene nada que ver con eso. Es sentir que ya has vivido todo y más de lo que querías y que tienes ganas de cerrar los ojos y no volver a despertar. Descansar eternamente. Lo malo es si resulta que hay ese más allá y ni de muerto se descansa.

Este sistema creado por el ser humano es tan antinatural que apetece mucho irse de él. Vivir parece una obligación, un trabajo. Siempre hay cosas que hacer. Siempre hay que ganarse la vida, algo tan ilógico porque la vida no se gana... la vida es.

El humano ha llenado su vida de responsabilidades, obligaciones, y a mí ya no me vale ni trabajar para vivir, menos vivir para trabajar. 

Con trabajo no me refiero a la profesión, puesto que en mi caso no son sinónimos... es más bien al revés... trabajo es casi todo menos mi profesión/vocación.

Llevo una buena temporada con ganas de cargarme este sistema sin sentido... pero está complicado el tema. Por eso me gustaría morir yo; sería mi forma de mandar el sistema creado a la mierda.

En fin, Sergi... te envidio... y te echo de menos.